Sorprendente esta miniserie de Mark Waid (guión) y Barry Kitson (dibujo), en la que se nos narra qué ocurriría si los supervillanos derrotasen a los superhéroes y acabaran conquistando el mundo. La publicó finalmente DC Comics, aunque se encuentra fuera del habitual Universo DC. En esta ocasión, el villano es un déspota llamado Gólgota, que terminó con todos los superhéroes (el principal de ellos era un tal Endymion) del planeta a medida que avanzaba en su conquista del mismo. A su alrededor están los diferentes ministros, a los que domina mediante una extraña droga llamada ‘eucaristía’, cuyo origen es una de las tramas principales de la miniserie.
Cada número en sí mismo contiene una historia, aunque lo interesante es el conjunto, con las diversas subtramas que van desarrollándose. El resultado final es una obra muy interesante y muy bien realizada, no en vano Mark Waid es un gran guionista de comics de superhéroes. Los diferentes personajes que van apareciendo están muy bien caracterizados y resultan interesantes y atractivos, con buenos diálogos. Hay momentos de acción y momentos más pausados perfectamente intercalados, haciendo que la lectura sea amena y entretenida, deseando, con el final de cada número, la llegada del siguiente. Y el dibujo de Kitson es más que correcto, con bastantes buenos momentos.
Los dos primeros números fueron originalmente publicados por la extinta editorial Gorilla, aunque posteriormente sería DC quien publicase la miniserie al completo (eso sí, manteniendo los derechos sus autores). En esos primeros números se nos presenta la situación en la que nos encontramos (un mundo dominado por un tirano superpoderoso) y los personajes principales. Gólgota es un déspota sin escrúpulos, que no duda en acabar con sus enemigos sin ningún miramiento, pero a la vez es un perfecto (y sobreprotector) padre. Su hija, Delfi, es pura dulzura. Poco a poco vamos conociendo también a los diferentes ministros, cada uno con su propia personalidad y sus ambiciones. Más adelante, van desarrollándose las diferentes subtramas, como la del grupo de rebeldes al imperio, el comentado origen de la droga ‘eucaristía’ u otros relacionados con Delfi y/o con algunos de los ministros. Son diversas historias, bastante interesantes, que acabarán con varias sorpresas (con acontecimientos totalmente inesperados) en los últimos números. Al final se cierran todas las subtramas, sin dejar nada en el aire, pero dejando la puerta abierta a una posible continuación.
De hecho, esa es la intención de sus autores, continuar explorando este mundo, con tantas posibilidades, aunque los diferentes compromisos que tengan pueden hacer que tardemos bastante en ver algo nuevo de Empire (incluso es posible que jamás lleguemos a verlo, lo que sería una auténtica pena). Merece echar un vistazo a esta miniserie, publicada en castellano por Planeta en 8 números en formato comic-book (24 págs. a 1,70 € por núm.). Es un concepto interesante y, sobre todo, muy bien realizado por sus autores. Una buena muestra de originalidad y buen trabajo. Ojalá retomen pronto el mundo de Gólgota y sus ministros.
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