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Adler y Kerry Kelly en Bikini | |
ADLERS APETITE
Desde que lo expulsaron de los GUNS and ROSES en el 1989 tras la publicación del segundo LP de la banda, el Lies, Steven Adler a tenido una vida oscura marcada por su adicción a la heroina, por sus continuos enfrentamietos con los demás miembros de los GUNS y por sus siempre fallidos intentos de volver los escenarios. Pero a día de hoy, Adler parece haber acabado con todos esos problemas con su último proyecto musical que tiene el egocéntrico nombre de ADLERS APETITE, una banda formada por leyendas vivas del hard-rock angelino con la que repasa todos los clásicos del disco más importante de los últimos veinte años, el Apetite For Detruction. La gira, que comenzó a finales del año pasado, ha tenido hasta ahora un importante éxito y muchas sorpresas. Una de ellas fue la aparición en un escenario de Los Ángeles de Slash y Duff McKagan para tocar una canción cosa que dejó totalmente boquiabierto al público asistente. Y es que el éxito de Adler se debe a que conseguido convertir todos sus shows en un verdadero viaje a esa época dorada del rock comprendida entre los finales de los ochenta y los principios de los noventa. Y eso fue lo que sucedió en el concierto de la Sala Bikini de Barcelona, que se abrió nada más ni nada menos que con el famoso diálogo que Samuel L. Jackson le suelta a una de sus futuras víctimas en PULP FICTION, todo un mito de los noventa. Tras ese impresionante momento apareció de las sombras Kerry Kelly tocando las primeras notas de Welcome To The Jungle con lo que el público se vino abajo. Debo admitir que ese fue uno de los mejores momentos que ha vivido un servidor quien pudo ver como su diálogo preferido de su película favorita se empalmaba con las primeras notas de la mejor canción de su disco de cabecera. Y estoy convencido de que lo que yo sentí en ese breve pero intenso instante lo sintió gran parte del público asistente el cual estaba deseoso de dar un paso atrás en el tiempo y recordar la época que más aman. Pero volviendo al concierto, debo decir que me quedé impactado con la actitud que demostró Kerry Kelly, un lead guitar conocido por tocar en bandas tan conocidas como los L.A. GUNS o SLASH SNAKEPIT. No es que sea un virtuoso pero no hay que negarle el pan a un hombre que lo dio absolutamente todo en el show, eclipsando claramente a los otros integrantes de la banda, Steven Adler incluído. El ex-batería de los GUNS hizo un buen concierto pero está claro que poca gente se fijó en él, del mismo modo que poca gente se concentra en la labor de Charlie Watts o de Phil Rudd en un concierto de los STONES o de AC/DC respectivamente. Lo siento por los baterías, pero las cosas son así. La gran decepción de la noche la protagonizó Brent Muscat, más conocido por ser el carismático guitarrista de FASTER PUSSYCAT, quien estuvo a lo largo de todo el concierto en un triste segundo plano limitándose a tocar su instrumento en una esquina del escenario sin dedicarle prácticamente ningún gesto al público. Del bajista y del cantante más vale no hablar, y no porque lo hicieron mal sino porque ni demostraron nada ni tampoco se esperaba nada de ellos. En cuanto al repertorio, tocaron prácticamente todas las canciones del Apetite For Destruction excepto Anything Goes y cuatro versiones más: Mama Kin de AEROSMITH (que aparece ya en el Lies), Sin Sity de AC/DC (que el cantante se dedicó a destrozar, todo sea dicho), Knocking on Heavens Door de Bob Dylan (la cual ya se puede considerar como una canción más de los GUNS) y una de THIN LIZZY que fue muy mal cantada por el mismo Kerry Kelly. En general todas sonaron bien excepto alguna canción que requería una voz contundente como la de Axl Rose y que el cantante de ADLER’S APETITE desgraciadamente no poseeía. Eso fue lo que sucedió con temazos capitales como Sweet Child OMine, Paradise City o la misma Knockin on Heavens Door.
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