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| La excelente portada, presentando a los miembros de Gotham Central. | |
Esta es una serie que siempre me ha llamado la atención y me he querido pillar cuanto antes, aunque... el precio siempre me lo ha impedido, pero ese es otro tema.
La premisa es bastante interesante, la pregunta es: ¿cómo se las apañan los policias de Gotham para sobrevivir en una ciudad repleta de maníacos disfrazados? En este tomo, está la respuesta, y no es del agrado de uno de los policias protagonistas, precisamente. Simplemente, llaman a Batman con la famosa batseñal y éste se encarga de todo mientras los policias esperan un paquetito en la puerta de la comisaría. Un poco desesperanzador, ¿verdad? Pues de eso va este tomo básicamente, con un principio bastante impactante. Mr. Frío, más bestia que nunca, asesinando a uno de los policías de Gotham que metió las narices donde no debía, lo que hace que el compañero, testigo directo que deja vivo, el detective Driver, se obsesione con la venganza y la justicia, queriendo arrestar al villano sea como sea.
En el tomo, podemos contemplar su impotencia en el caso, el sentimiento de que siempre tienen que llamar al murciélago para resolver los casos de ese tipo, algo que le irrita profundamente. Y es que la policia, siempre suele quedar en ridículo.
Pues bien, asistimos a la presentación de un plantel enorme de personajes, los componentes de la comisaria de Gotham, personajes interesantes y que prometen si son bien utilizados. El que lleva la historia, prácticamente, en este tomo, es el ya mencionado agente Driver, que será el que le dará una lección al guardián de Gotham City.
Lo mejor, es que son tres casos que parecen distintos (el secuestro de una niña, que lo desencadena todo, Firebug haciendo de las suyas y el propio Mr. Frío) pero en realidad están todos relacionados entre sí de forma magistral, aunque la resolución de la trama de Mr. Frío me resultó MUY decepcionante y de un anticlimático que tira patrás. La de las otras dos ya es otra cosa y son las que enriquecen a sobremanera el tomo.
Los guionistas son Brubacker y Rucka, dos guionistas que vienen perfectos para este tipo de serie policiaca, que es lo que es. Los personajes están bien tratados, los comportamientos, los pasos a seguir, las leyes, todo está muy bien tratado, parece que es la especialidad de estos dos guionistas. Los diálogos son geniales, el ritmo es el adecuado y todo está impregnado con un alto grado de realismo muy conseguido, solo hay que ver a Mr. Frío sin escrúpulos y capaz de todo.
¿Y qué decir del dibujante Michael Lark? Viene perfecto para esta serie. Tiene un estilo negro adecuado y encima muy parecido al de Mazzuchelli, lo que le da un toque a lo "Batman Año Uno" muy gratificante. Su narración es soberbia, su uso de la composición es muy correcto y tiene muy buena mano con la iluminación y claroscuro. En definitiva, el mejor dibujante posible para la serie.
Pues bien, un buen cómic policiaco, que puede que te deje con muchas ganas de más. Soberbiamente escrito y dibujado, no debe faltar en tu biblioteca. Eso sí, tampoco esperes la octava maravilla, que es correcto, interesante y muy entretenido. Pero no es, desde luego, una obra maestra. Eso sí, una serie a muy tener en cuenta, por encima de la media, muy recomendable y que tiene muchas posibilidades.
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