|
|  |
“Killraven: La Guerra de los Mundos” es un tomo de más de 100 páginas recientemente publicado por Planeta de Agostini y realizado por Alan Davis (guión y dibujo), Mark Farmer (entintado) y Gregory Wright (color). Trata de la lucha de Killraven y sus aliados contra los invasores marcianos que controlan la Tierra en un futuro post-apocalíptico. Alan Davis, principal responsable de la historia, no pretende más que contar una historia de acción y aventuras clásica a más no poder y logra este, en apariencia, sencillo objetivo con unos resultados al alcance de muy pocos autores, dándonos una lectura amena y entretenida como pocas.
ALAN DAVIS
Desde pequeño desarrollo un gusto profundo por la ficción de aventuras en todos los medios a su alcance, especialmente los cómics. Sus lecturas habituales estaban compuestas por tebeos de aventuras británicos con un dibujo realista y lleno de detalle, pero algo estático, y cómics americanos de superhéroes con un dibujo estilizado y menos realista, pero también mucho más dinámico y expresivo. Siempre fue aficionado al dibujo, pero acabo siendo dibujante de cómics casi por casualidad a principios de los años 80, siendo ya un hombre casado y con un hijo, durante varios años trabajo para diferentes revistas inglesas realizando el dibujo a lápiz y los acabados a tinta a partir de guiones ajenos. Hasta que, a mediados de la década, dio el salto al más provechoso mercado americano, ocupándose del dibujo a lápiz y colaborando con Paul Neary para el acabado a tinta. En 1991 se le presento la oportunidad de encargarse del guión de una serie mensual que ayudo a crear unos años atrás y comenzó a colaborar con Mark Farmer como entintador, alcanzando un nivel de calidad constante inigualable que han mantenido hasta la actualidad.
A lo largo de los años Davis no ha dejado de mejorar como dibujante consiguiendo la difícil proeza de aunar una base de dibujo dinámica y expresiva con unos acabados muy realistas, combinando así lo mejor de todos los dibujantes a los que admiraba de niño. Como autor completo desarrolla el mismo tipo de historias de las que disfruta como lector, llenas de acción, aventura y romance, haciendo gala de un pulso narrativo excelente. Desgraciadamente el mercado americano lleva muchos años en un callejón sin salida, centrado en los superhéroes, propiedad de las dos grandes editoriales, que llevan publicándose desde hace décadas y cuyas aventuras son incomprensibles para todo aquel que no tenga un buen conocimiento de su historia, por lo cual el público cada vez es más reducido y exigente. En una situación menos insana Davis podría haber dado hace tiempo el paso hacía la autoría con personajes propios y deleitarnos con sus aventuras, pero la mecánica editorial del mercado americano lo ha mantenido a raya ocupándose de colecciones de los superhéroes de toda la vida, muchas veces con guiones ajenos. Por ello una historia auto conclusiva, alejada del género de superhéroes y con sus propios guiones es un lujo extraño, que tardo cinco años en completar al estar ocupado con otros proyectos y que a pesar de su calidad se ha saldado con un moderado fracaso en ventas, con lo cual puede que tardemos bastante en volver a poder disfrutar de otra obra de Alan Davis tan accesible y alejada del endogámico mundo de los supehéroes.
KILLRAVEN
Durante los años 70 la editorial Marvel intentaba hacer funcionar tebeos adscritos a otros géneros que no fuesen el superheroico, mezclándolos con este. De ese intento surgieron, entre otros, varios superhéroes karatekas, el cazavampiros Blade (famoso por las películas protagonizadas por Wesley Snipes) y Killraven. Ninguno de estos experimentos funciono a largo plazo y todos estos personajes fueron quedándose sin colección, condenados a hacer apariciones esporádicas en series ajenas.
Esta primera versión de Killraven fue editada durante algunos años en varias colecciones mensuales sin acabar de conocer el éxito definitivo. Básicamente era un cruce entre “La Guerra de los Mundos” de H.G. Wells (cuya nueva adaptación cinematográfica a cargo de Steven Spielberg con Tom Cruise de protagonista está a punto de estrenarse), “Espartaco” y la típica estética de los superhéroes. Al estar sus aventuras situadas en un futuro alternativo se dificulto muchísimo su aparición como personaje invitado en otras series y salvo algún fallido intento puntual de relanzamiento permaneció en el olvido hasta la llegada de Davis.
KILLRAVEN DE ALAN DAVIS
Cuando un editor de Marvel le pregunto a Alan Davis que es lo que realmente le gustaría hacer, contesto que una adaptación de “Carson de Venus” de Edgar Rice Burroughs y el editor le propuso usar a Killraven, al ser este un personaje muy similar. Davis decidió contar las aventuras de Killraven desde cero para no tener que soportar el lastre de las historias anteriores que ya nadie recordaba. La historia fue publicada en seis números mensuales de veinticuatro páginas, pero la estructura básica es de capítulos de tres a quince páginas pensados para ser leídos en formato tomo, tal y como ha sido publicada en España.
En esta nueva versión de Killraven los marcianos han invadido la Tierra por motivos desconocidos, la humanidad intento detenerlos con armas químicas y nucleares, pero solo consiguieron diezmar a la población humana y devastar el ecosistema. Los supervivientes han sido esclavizados por los marcianos que usan a algunos de ellos como intermediarios para que hagan de carceleros del resto. Los humanos más fuertes son usados como gladiadores en la Arena, donde han de luchar entre ellos a muerte, el más hábil de todos es Killraven que recientemente se ha escapado junto con otros tres esclavos y su entrenador. La historia narrada en el tomo nos muestra como huyen del ejército humano que obedece a los marcianos, para luego tomar la iniciativa contra estos tras encontrarse con varios aliados y enemigos por el camino.
Davis nos narra una clásica historia de aventuras con todos los elementos habituales perfectamente colocados y desarrollados, a pesar de ser sencilla y lineal está narrada con una claridad y un ritmo al alcance de muy pocos autores. En Killraven encontraremos al típico héroe fuerte e integro a pesar de las circunstancias, que mantiene sólidos lazos de amistad con sus aliados y que rechaza la violencia a la que se ve abocado constantemente para defender su libertad y su vida, ya que su único objetivo es poder vivir en paz. Por supuesto para llegar a ese objetivo tendrá que luchar contra varios enemigos y desentrañar el misterio que se oculta tras los marcianos y su invasión de la Tierra, no podía faltar tampoco el inevitable interés romántico que aparecerá cuando la trama ya esté empezada. Como es habitual en Davis la historia se desarrolla con una naturalidad impecable y en ningún momento deja que el ritmo se relaje más de lo necesario antes de volver a lanzar al lector a una montaña rusa de peleas con espadas, traiciones inesperadas y misterios que se van desentrañando con una sorpresa detrás de otra. Sin embargo Killraven adolece del mismo defecto que algunos de los últimos trabajos de Davis como autor completo, a diferencia de sus primeras obras los personajes resultan tremendamente insulsos y faltos de tridimensionalidad, siendo el caso más obvio, y grave, el del protagonista.
Pero es en el aspecto gráfico donde Davis destaca más, a lo largo de los años no solo ha mantenido intactas sus habilidades, sino que ha sido capaz de acrecentarlas. Su narrativa es muy clara a pesar de estar cambiando constantemente de plano y de usar, en ocasiones, composiciones de página muy complejas. Su manejo de la figura humana es sencillamente espectacular, desde la sólida caracterización de sus personajes hasta la increíble fuerza y dinamismo de sus figuras en las escenas de acción. Todo esto con un estilo de dibujo muy detallado sin caer nunca en la rigidez, ni el embarullamiento de otros dibujantes y con unos acabados muy limpios con un trabajo de mancha de negro y la línea estilizado y elegante. El único elemento que no acaba de funcionar es el uniforme de los protagonistas, muy similar al que llevaban cuando fueron creados y francamente pasado de moda.
Mark Farmer hace un trabajo excelente que se adapta como un guante a los lápices de Davis, lo cual es normal si tenemos en cuenta que es uno de los mejores entintadores del mercado americano y que ya llevan colaborando más de diez años. Por su parte Gregory Wright colorea las páginas de forma efectiva y clara, ayudando a la narración y separando las escenas con un color dominante para cada una de ellas, consiguiendo uno de los mejores trabajos de coloreado realizados sobre la obra de Davis.
PERSONAJES
Killraven: Fue secuestrado siendo un niño por los humanos que trabajan para los marcianos y mandado a la escuela espartana de gladiadores, donde fue entrenado en el arte de la lucha cuerpo a cuerpo y obligado, en contra de su voluntad, a enfrentarse a los otros gladiadores en duelos a muerte. Gracias a su habilidad logró mantenerse invicto, y por lo tanto vivo, durante seis años hasta que logro fugarse.
M’shulla: Cuando Killraven tuvo que enfrentarse con él en un duelo a muerte le perdono la vida intentando que sus amos humanos no se diesen cuenta de lo que estaba haciendo, desde entonces es su mejor amigo y se ha mantenido a su lado tanto en la Arena como en las extrañas aventuras que están viviendo en el mundo exterior desde que se escaparon. Aunque su carácter risueño y optimista no tiene nada en común con el serio y taciturno Killraven comparten un vínculo de fidelidad que solo la muerte podría romper.
Carmilla: Como muchos gladiadores ha vivido toda su vida en la escuela espartana alejada de su familia, a la que nunca llego a conocer y de cualquier posibilidad de tener una vida normal, aunque la educación que ha tenido la ha convertido en una guerrera eficaz e irreflexiva, consiguió conocer el valor de la amistad gracias a sus compañeros de aventuras y encontró el amor en brazos de M´shulla.
Hawk: Es el cuarto gladiador fugado y el más arisco de todos, a pesar de su enorme fuerza hace todo lo que puede por no tener que entrar en combate y son más que comunes los encontronazos por las decisiones que toma Killraven y que suelen acabar con Hawk agachando la oreja ante la certeza de que no tiene ninguna posibilidad en un combate contra el protagonista de nuestra historia. Su única motivación es conseguir su propio beneficio con el mínimo de esfuerzo sin preocuparse de lo que les ocurra a los demás.
Skull: Era uno de los entrenadores de la escuela espartana. Antes era profesor de historia, pero tras la invasión marciana estuvo en coma y su memoria se resiente de ello. Fue él quien inculco a Killraven unos principios éticos firmes que le permitieron mantener intacta su humanidad a pesar del trato que recibía como gladiador. Es lo más parecido a un padre que han conocido muchos esclavos de la escuela espartana.
Jhon: Cuando los marcianos atacaron la Tierra algunos neoyorquinos se ocultaron en un bunker subterraneo en el que el pequeño Jhon ha vivido toda su vida, a pesar de lo cual tiene una educación y una cultura muy superiores a la de los gladiadores. Las circunstancias le obligarán a abandonar su hogar y unirse al grupo de Killraven en su devenir por el mundo exterior.
Whitman: Es uno de los humanos que trabajan para los marcianos, era el encargado de la escuela espartana cuando secuestraron a Killraven y el principal artífice de su entrenamiento y acondicionamiento como gladiador, la indomable voluntad que demostró hizo que se obsesionase y desarrollase un profundo odio hacia él que le ha llevado a contradecir las ordenes de sus superiores.
CONCLUSIONES
El tomo de Killraven contiene una historia de acción y aventuras de estilo clásico, cuyo único objetivo es entretener al lector y lo consigue con notables resultados. El enfoque de la historia y su duración no deja de recordar los de una película de cine comercial, y seguro que esta historia de Davis servirá como base para la película de Killraven que ya se ha anunciado.
|
