Tim Burton ha sido el elegido para conducirnos y mostrarnos esta nueva versión del clásico escrito por Pierre Boulle, allá por el año 1968. Muy alejada de esa obra maestra protagonizada por Charlton Heston, y por tanto el remake, el autor de Pesadilla antes de Navidad, nos sumerge en un mundo hostil, cruel y despiadado, donde el ser humano tiene unos derechos nulos y es tratado como si se tratase de basura, en un fiel retrato del trato que muchos animales reciben por parte de ciertos sectores sociales. Este hecho da que pensar sobre nuestra propia conducta. Hace poco leí el libro, pues la curiosidad es uno de mis grandes defectos. Comprobé que ni la versión de los 60, ni ésta, tienen que ver con el argumento, aunque se respeta la filosofía que Boulle quería reflejar. Evidentemente, comparar es inevitable, pero sería perder el tiempo, pues son historias diferentes, visiones diferentes de un mismo tema. Así que no caigamos en el error de desmerecer un buen trabajo realizado por un buen director, aunque no nos muestre su sello más personal.
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