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Formula Capriskin
Cooper y Arthur, maravillosa pareja.
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| Sinopsis | Un joven ingenuo de provincias (Gary Cooper) viaja a Nueva York para hacerse cargo de una herencia de 20 millones de dólares.
Allí se enamora de una simpática periodista (Jean Arthur) y se convierte en el blanco de hombres de negocios y parientes sin escrúpulos. Abrumado por tantos problemas, decide donar su fortuna.
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| Crítica | 
Puntuación
del crítico: 9 |
Habitualmente se comenta en círculos cinéfilos, que muchos de los grandes directores confeccionaban su filmografía con diferentes versiones de una misma historia, a la que daban distintos matices segun el caso, pero que mantenían siempre la misma estructura.
El gran Frank Capra, no es una excepción, realiza siempre historias parecidas en ritmo, desarrollo emocional y estructura, pero. . . ¡que bellas historias!.
Siempre he admirado en las películas de Capra, la increible rapidez con la que se nos plantea toda la situación
que dará lugar a la trama. Está película es otro ejemplo de ello, ya que en un minuto nos mete de lleno en la historia, o mejor dicho: nos engancha. Primeramente vemos caer un coche por un barranco, luego vemos un periodico en el que se nos dice quien ha muerto, después se nos expone la duda por quienes serán sus herederos, y finalmente nos introduce en la redacción del periodico donde el editor y los periodistas discuten por dicha noticia. Es algo simple pero muy efectivo, y como siempre se dice, lo simple es siempre lo mas dificil.
Está película tiene un gran parecido sobre todo con la posterior, y posiblemente superior, caballero sin espada (cuyo titulo en inglés resulta muy parecido). En ambas hay al principio un viaje iniciatico del personaje principal (aunque esto es discutible por que jean arthur tiene mucho peso en ambas) de un pueblo de la américa profunda a Nueva york, movidos por una mejora, cuasi-accidental en su situación social y económica. En ambas se trata el tema del choque entre las culturas de campo y gran ciudad. También coinciden (aunque esto pasa en mas ocasiones), en la honradez del afortunado en cuestión, su honestidad, su desinterés por el dinero y poder heredados -lo cual deja perplejos a los hombres de negocios y finanzas- y sobre todo su altruismo.
Como siempre Capra es un monumento al hippismo antes de que se inventase el término, y al ideal primerizo américano, el cual ya entonces se hallaba bastante desvirtuado, por no hablar de la situación de hoy en día.
Cooper al igual que Stewart en Caballero, es un tipo muy ingenuo e inocente, a la vez que algo tósco y sobre todo paleto, quien no entiende -siempre se da esto en Capra- como
la gente de la ciudad, y sobre todo los poderosos se preocupan mas por hacer riqueza y poder, que por disfrutar su vida sin molestar ni hacer daño a los demás.
El personaje clave, al igual que en la película de 1939, es Jean Arthur la intrépida reportera sin escrúpulos que es capaz de cualquier cosa por una primera página -y por unas vacaciones-. Sin embargo conoce a Cooper y progresivamente esto le va humanizando. Aunque al principio se ría de él como todos los demás, paulatinamente le va comprendiendo y se va enamorando de los ideales que reprenta su persona y mas tarde de su persona en sí. Esta progresión, está como siempre magnificamente llevada en el guión del gran Robert Riskin.
Robert Riskin y Frank Capra colaboraron juntos en 13 películas, se da el caso incluso de que a este tipo de historias se les da la denominación de "formula Capriskin" (fusión de los dos apellidos de ambos). Muy posiblemente Capra no huviese sido tan grande en el cine sin Riskin.
Volviendo a la historia está se desarrolla de nuevo con las vívoras fiscales, deshonradas e invidiosas, que intentan arrebatarle la fortuna (que quería donar integra a fines altruistas), y sobre todo la honestidad y reputación de Deeds como persona. Pero como siempre en Capra -que director mejor para los finales felices del cine clásico que él-, fracasarán, tras el Juicio de rigor en el que se le pone totalmente en entredicho, pero en el que su amada Jean intercederá, lagrimas incluidas, para ayudarle.
Por último destacar la labor actoral de los dos protagonístas ambos expléndidos como siempre. Y reivindicar a ese pedazo de actriz, hoy en día casi olvidada, que era Jean Arthur, quien no brillaría tanto sin Capra, salvo quizá en Berlín Occidente del inmenso Billy Wilder.
Solo veo un fallo de guión en la película, y es que no se termina de saber por qué recae, ese pedazo de fortuna en Deeds, que desencadena todo el tinglado. Por que realmente no se conocen en absoluto, y como tampoco conocemos al tío. . .se supone que se le cruzó el cable en su lecho de muerte.
Quizá caballero sin espada tenga una trama mejor llevada -hay algún tramo en el centro de El secreto de Vivir en el que la historia no acaba de avanzar- y un mayor calado emocional, pero es sin duda una gran película.
Inmortal e Inolvidable CAPRA.
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Al Sampedro | | |
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