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"¡Es la gran calabaza, Charlie Brown!" | |
Uno de esos capítulos especiales de la serie es el titulado "It´s the Great Pumpkin, Charlie Brown!" (¡Es la gran calabaza, Charlie Brown!), dedicado a la fiesta de Halloween, y donde el buenazo de Linus nos hace partícipes de su fe ciega en la Gran Calabaza, que según él en la noche de Halloween se levanta del prado para repartir regalos a todos los niños del mundo. Tenemos ya algunos buenos gags en la carta que Linus le envía a la Calabaza, un precedente claro de lo que después haría Watterson en las insistentes cartas de Calvin a Santa Claus.
Oh, good grief! El episodio tiene momentos memorables, como cuando la pandilla se reúne para salir a buscar dulces y el disfraz de fantasma de Carlitos está lleno de agujeros merced a su poca capacidad para las manualiades. O cuando hacen balance de sus golosinas tras cada casa y a Carlito le han dado piedras en vez de dulces.
-I´ve got five pieces of candy. -I´ve got a chocolate bar. -I´ve got a rock...
Linus y la hermana de Charlie quedan toda la noche esperando a la Gran Calabaza, y el susto tremendo que Linus se lleva al ver aparecer a Snoopy hace que todos puedan conservar su particular visión de qué sucedió. El epílogo meditativo de Charlie y Linus tras la típica pared-de-meditar Schulz es simplemente fantástico. Recordaba con muy buen sabor de boca este antiguo episodio y su revisionado no me decepcionó en absoluto. Las tiras encadenadas fluyen muy bien en la animación, bien concatenadas y complementadas con las secuencias de Snoopy como piloto aéreo de la IGM. Además, las voces de la pandilla en inglés son realmente adorables. Y, como no, las piezas de jazz que suenan durante todo el episodio son deliciosas. Podéis revisitar estas piezas en el magnífico disco Vince Guaraldi Trio: A boy named Charlie Brown. (una muy buena reseña en inglés la tenéis abajo, y sobre la cual poco más puedo añadir). Melodías como esa "Linus & Lucy", o la fantástica versión de "Fly Me to the Moon", son muestras de un jazz cuidado, brillante, chispeante, que puede disfrutarse muy bien independientemente de la serie, pese a que, por lo visto, en la fama de Guaraldi pesó mucho el trabajo que hizo para "Peanuts".
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