SIN CITY
Un cómic mítico donde los haya, que ha recibido tanto alabanzas como críticas. Frank Miller lanzó al mundo independiente una propuesta oscura, de tinte policíaco y algo fantástica, llena de épica y personajes memorables como Hartigan y El Bueno de Marv. Su dibujo en dos colores primarios y el uso eventual de tonos vivos resultaba bastante refrescante en un mundo lleno de color de tres puntos. Muchas cosas se podrían decir de este cómic, pero hablamos de la película.
Durante unos cuantos meses, muchos de los seguidores de SIN CITY hemos estado hurgando en la web, esperando la llegada de la nueva producción de Hollywood, SIN CITY. Las malas experiencias previas, y las que nos quedan por sufrir (V de Vendetta y Watchmen... las temo), hacen que ante la adaptación de un cómic a la pantalla uno se eche a temblar. Pero en este caso, la producción venía de mano de dos artistas prometedores. Robert Rodriguez, el director de los Mariachis (y de los Niños Espías... no hay que olvidarlo), un talento emergente en el cine de acción-guay (escuela Tarantino) y de las escenas "fantasmales" y canallas, no parece una mala elección a la hora de plasmar los excesos de SIN CITY en la pantalla. Y como pareja de baile, en la dirección, el mismísimo Frank Miller, el creador del cómic, supervisando la adaptación.
Con estos ingredientes la película podía ser una joya... o un fiasco total. No olvidemos que Frank Miller ya ha hecho sus pinitos para la gran pantalla, en los guiones para Robocop 2 y 3, y la verdad es que las películas no es que brillaran por su genialidad, si bien tampoco era bazofia. Y Robert Rodriguez... es un hombre del que uno puede esperar cualquier cosa.
Sin city, la película, se nos presenta como un híbrido de tres de los relatos que nos han llegado del cómic. Para empezar, una intro de uno de los relatos cortos de asesinos a sueldo, muy visual y muy cuca (pudimos verla en el trailer original), y pasamos a la presentación de Hartigan, el detective de "That Yellow Bastard" (traducido polémicamente como "Ese cobarde Bastardo". Yellow es cobarde en sentido figurado, de modo que es un juego de palabras entre cobarde y el color de la piel del cobarde). De ahi nos meten enterito y sin cortes el periplo de Marv, con el bueno de Roorke en las botas del loco más bestia de Sin City y Frodo Bolsón de Psicópata total. Un bello cameo de Frank Miller como el cura y El Roark es nuestro Nexus favorito. Luego Benicio del Toro deja el pabellón bien alto haciendo de héroe policía en "La Gran masacre". Y finalmente se concluye la historia del Cobarde Bastardo.
Mucho. Mucha historia para una sola película.
Lo primero. Como adaptación, penosa. Porque una adaptación significa cambiar algo de un lenguaje artístico a otro. Y eso se les ha olvidado a Miller y Rodriguez. Han olvidado lo que sabían de cine al hacer esta película. La gente suele pensar que una buena adaptación es aquella que es 100% fiel al original. En ese caso, SIN CITY es fiel al 99%, que es mucho más de lo que ninguna película haya sido antes.
Es fiel hasta la saciedad. Los planos, las frases, los personajes. Uno tiene la sensación de que son los del cómic que han cobrado vida. Parece que estamos leyendo el cómic y se mueven las imágenes y hablan. Y es es el problema. A mi no me gusta que nadie me lea los comics. Si Marv se pasa una splash page pensando en lo mucho que me gusta la lluvia, y eso me encanta, no me encanta escuchar a Micky leyéndome el cómic durante dos minutos. Si en el cómic de una viñeta a otra pasan rápido merced de la elípsis del medio, en el cine es algo que NO se debe hacer, puesto que despista al espectador.
Plomiza, lenta en ocasiones, y demasiado rápida en otras. Y para colmo, el tipo que nos lee el cómic, lo hace a su ritmo y con una música de fondo que no pega en absoluto con la acción. La historia de Marvin, pese a ser un calco del cómic, deja frío. Los personajes no tienen profundidad porque son ellos los que nos cuentan, literalmente, lo que sienten y piensan. No hay espacio para la actuación ni la sutileza. Marv está loco porque él lo dice, está furioso porque lo dice.
Sin embargo, la película se enmienda ligeramente en "La Gran Masacre". Que originalmente no es una historia tan en primera persona como la de Marv. La película recupera algo de ritmo y uno disfruta bastante con esta parte.
Y luego volvemos a la de Hartigan, que deja un templado regusto ni bueno ni malo. Mucha voz en off y escenas demasiado atropelladas.
Y uno se queda pensando... ¿Qué acabo de ver?
O sea, me encanta la imagen, me encanta como está caracterizada. Los actores son buenos, las historias me gustan... pero me deja frio. Con una sensación de decepción que no puedo quitarme.
Y es que siento que esta gente, que ha demostrado tanto talento, se ha olvidado de lo que estaba haciendo. Quizá en su intención de ser fieles al máximo olvidaron que las historias se cuentan de manera diferente en el cómic que en el cine. No podemos aprovechar una buena historia y "calcarla". Eso no es hacer cine. A lo mejor hemos visto el primer cómic leido del séptimo arte. O a lo mejor es que no entiendo yo mucho de esto...
Están preparando una segunda y tercera parte, al parecer... a ver si enmiendan sus errores.
Yo supongo que muchos disfrutarán de la película. Se que tiene ingredientes para disfrutar. Pero yo sigo con mi extraña sensación... ¿qué han hecho? Si en El Señor De Los Anillos hubieran hecho esto, de pronto nos veríamos con planos inacabables en los que nos estarían leyendo párrafos del libro... y la gente se moriría de tedio en las salas, aun más.
Raúl Atreides
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