Una de las películas infantiles más conocidas y probablemente de las mejores. Todos los actores brillan, desde el gran Spencer Tracy, a Lionel Barrymore, Melvyn Douglas o un sorprendente chaval (que mezcla su irritante personaje con un toque de patetismo) que hace que nos encariñemos con él. El almibarado final es bastante excesivo pero el mensaje es necesario, actual y muy comprometido con la auténtica paternidad. No deja de ser un cuento sencillo, pero de buena factura. Lo mejor: la quimica entre un caracterizado como portugues Tracy y el hallazgo infantil Bartholomew.
Es bonita pero se pasa bastantes pueblos con el melodrama, sobre todo por lo de que SPOILER
También me parecieron bastante groseras las moralejas del final, pero bueno, supongo que hay que tener en cuenta que es una película de los años 30. En cualquier caso, vista hoy día es muy entrañable pero también empalagosa, y en el fondo no muy distinta de otras películas "con niño".