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Renee Montoya, en apuros. | |
Pues bien, aquí tenemos el segundo tomo de esta colección, cuyo primer tomo era interesante, bien escrito, bien dibujado y bastante correcto. Pero, eso sí, hay que decir que tampoco llama demasiado la atención, que no pasa de "bien hecho", que ya es mucho.
¿Está el segundo tomo a la altura? Vamos a verlo.
Esta vez, tenemos a Montoya denunciada por un violador, alegando de que ella lo trató brutalmente cuando intentaba detenerlo, a pesar de que éste sacó un cuchillo, ya tenemos una pequeña crítica de la eficacia de la justicia judicial, un soborno y listos. Pero no es más que el principio, resulta que Montoya tiene una vida secreta, para evitar los disgustos que podrían tener sus padres católicos, ella es gay y está saliendo con una mujer, está teniendo una relación seria. Pero esta relación dejó de ser secreta en cuanto empiezan a circular fotos de ella besándose con su pareja, incluso llega a manos de sus padres, los cuales se enfadan muy seriamente con su hija. Lo peor aun estaba por llegar, el que quería denunciarle, el violador, se descubre como el autor de la hazaña y Montoya se cabrea tanto que incluso le amenaza con matarle si se atreve a tocar a su chica. Después... el violador muere. Y Montoya es la sospechosa número uno. Como se puede ver, la vida de esta mujer está patas arriba por culpa de un solo hombre, y no es precisamente el violador. Hay alguien que ha estado detrás de todo y lo tenía todo bien planeado. ¿De quién se trata?
El argumento es bastante más extenso, complejo e interesante que el del primer tomo, eso para empezar. Y se concentra más en un personaje de la comisaria, un personaje que es el adecuado para un guionista como Rucka, Renee Montoya. Y es que este tomo está enteramente guionizado por Greg Rucka, un autor que tiene fama de tratar muy bien a las mujeres y el tema policiaco. Vaya, que esta saga le viene como anillo al dedo. Además, parece que está pensada desde hace tiempo, desde que Rucka trataba a Montoya en el Detective Comics. La verdad es que se porta MUY bien, es capaz de que el personaje nos resulte muy creible, y la manera en que trata su relación homosexual es de órdago, con los padres reñidos con ella, incluso cuando ella está en el juicio. En definitiva, un trabajo soberbio con el personaje y con la trama, que sorprende al final, convertida en un romance extraño. ¿Y qué decir de Michael Lark? Creo que se supera, ya no me parece un mero imitador de Mazzuchelli (que es mucho decir, que conste) porque empiezo a notarle un estilo propia, mucho más "sucio", por así decirlo. Va dejando la línea, salvo para ciertos detalles, y hace un gran uso de la sombra, que perfila y forma las figuras. Su narración sigue siendo soberbia (asombra ver lo bien que domina la expresión corporal), así como su puesta en escena y composición de viñetas. Un dibujante perfecto para esta serie.
En fin, que es un gran tomo, muy superior al anterior y que nadie debería perderse. Merece mucho la pena.
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